¿Tienes amigos confiables con quienes puedes volver a la calma en momentos de crisis?
- Débora Amado
- 10 feb 2024
- 5 Min. de lectura
Hay algo que descubrí hace relativamente poco tiempo, y es la importancia de contar con personas con quienes nos sintamos seguros y sean nuestro refugio en momentos de crisis. ¿Sabes cómo elegir personas confiables en tu vida? sigue leyendo.
Esto lo viví en carne propia: el sentirme poco valorada en un momento de crisis profunda, por parte de una amiga muy importante para mí. A partir de haber vivido esa experiencia, comencé a identificar en donde sí me siento sostenida y segura, con quiénes puedo volver a la calma y tener la seguridad de ser yo misma sin sentirme rechazada o anulada. Por experiencia propia y por el abordaje que manejo entiendo la importancia de contar con personas confiables y seguras para mí, y aquí te lo quiero compartir.
El mundo actual está hiper enfocado en la independencia y en la capacidad de regulación por cuenta propia, para no "depender” de un otro.. Pero olvidamos que somos humanos y que necesitamos de la "manada” para regularnos cuando no podemos hacerlo nosotros mismos: esto es, la corregulación.

¿Qué es la corregulación?
Hay personas que no piden ayuda cuando están desreguladas porque no quieren ser “codependientes” (entre otras razones), pero no hay nada más alejado de la realidad: La corregulación es la capacidad que tenemos todos los seres humanos de regularnos al lado de un otro confiable, con alguien que representa un refugio de seguridad y contención cuando estamos en momentos de crisis.
Es en realidad una necesidad básica: relacionarnos, vernos, aceptarnos y también diferenciarnos del otro. No significa codepender porque no es un estado permanente de necesidad del otro, ni vamos a perder nuestra autonomía en la capacidad de tomar decisiones, actuar y regular nuestras emociones como seres humanos, por una situación puntual.
¿Por qué es tan importante corregularnos?
La corregulación tiene que ver con la capacidad de volver a la calma en un momento de crisis determinado, cuando estamos en presencia de un otro confiable, y una vez regulados, podemos volver a encarar la situación con mayor energía y disponibilidad, tomando decisiones desde un piso emocional más equilibrado.
Y así como nosotros volvemos a la calma, también podemos ser fuente de corregulación para otros, muchas veces incluso sin saberlo. Esto promueve una relación más sana, profunda y de bienestar para los involucrados, pues es en la corregulación donde profundizamos la conexión con los demás y mejoramos significativamente la calidad del vínculo afectivo.
Tener una red confiable de apoyo emocional es, sin duda, uno de los recursos más poderosos que podemos construir no sólo para volver a la calma y transitar nuestra cotidianidad, sino también para reafirmarnos, para seguir construyendo confianza (en nosotros y en nuestras relaciones) y comprometernos en metas más complejas, porque no sólo tenemos recursos propios para hacerlo, también contamos con una red a la que podemos acudir para disfrutar, compartir, intercambiar formas de pensar, corregular a otros y regularnos en momentos de necesidad.
Ajá pero.. ¿cómo saber con quién acudir en momentos de crisis? ¿cómo saber quién es confiable y quién puede ser fuente de regulación para mí?
Aún cuando podemos determinar muchas cosas por la vía mental, esto, en realidad, va mucho más allá de una evaluación intelectual.
La Teoría Polivagal nos explica cómo nuestro Sistema Nervioso Autonónomo (SNA) es la clave de la conexión y regulación social. Cuando se trata de comprometernos socialmente, la confianza y la seguridad son elementos que deben estar presentes para que la respuesta de disponibilidad y conectividad social se activen.
Nuestro SNA no sólo se ocupa de determinadas funciones involuntarias de nuestro cuerpo (como la frecuencia cardíaca, la respiración, la digestión, entre otros), también tiene una función adaptativa: mantenernos a salvo.
Con la información que recogen los sentidos sobre el ambiente, nuestro sistema nervioso evalúa continuamente tanto la seguridad como el riesgo potencial, y es un proceso que no pasa por la mente consciente, porque es un acto de supervivencia que está regulado por el sistema.
Esta evaluación se hace a través de un proceso complejo que el Dr. Stephen Porges llama neurocepción, y se refiere a los circuitos neurales que se encargan de distinguir si las situaciones o personas son de confiar, peligrosos o amenazantes para la vida.
Como podrás observar, no determinamos nuestra seguridad a través de la lógica o el pensamiento solamente: la confianza y seguridad están más ligadas a una sensación, porque la evaluación la hace nuestro sistema nervioso incluso antes de que nos hagamos conscientes de ello, y su lenguaje son las sensaciones físicas, las cuales influyen en nuestro comportamiento y en la calidad de nuestras emociones y pensamientos.
Entonces, ¿qué podemos hacer para saber si la situación o persona es segura para nosotros?
Aquí te comparto 3 claves:
1.- Trabajar en la conexión mente-cuerpo, sin duda. Dado que es la sensación de seguridad la que nos dice si nuestro sistema evalúa como confiable un evento/persona/situación, es algo que debemos determinar por nosotros mismos, construyendo capacidad para percibir las sensaciones físicas y los cambios sutiles en nuestro cuerpo.
Y para acceder a la información sensorial, es VITAL estar conectados con nuestro cuerpo de forma regulada. Entonces, trabajar en conectar mente y cuerpo, de una manera segura y gradual, es fundamental para comenzar a escuchar los mensajes que nos envía el cuerpo en su evaluación.
2.- Asimismo, es fundamental comprender que lo que representa seguridad para una persona, no necesariamente lo es para otra. Es un proceso completamente subjetivo, por eso es que es nuestro trabajo determinarlo y no dejarnos llevar por lo que dicen los demás.
3.- Cuando alguien nos proporciona una sensación de profunda confianza y seguridad, igualmente es importante contrastar esa sensación con nuestra experiencia con esa persona, por ejemplo: si está disponible para escucharte (no siempre va a poder, pero igualmente mantiene el interés aunque no pueda), si es coherente lo que dice con lo que hace, si se mantiene regulada cuando estás en un momento de crisis, si no te sientes juzgada, si la persona valida tus emociones y/o no las anula (incluso aunque no esté de acuerdo con algo de la situación). Si estas experiencias se repiten en el tiempo, la confianza se profundiza.
NOTA IMPORTANTE 1: Si has desarrollado trauma, es altamente probable que haya desconexión mente-cuerpo en algún nivel, y trabajar en restablecer esa conexión puede ser un proceso bastante retador: para conectar cuerpo-mente es necesario estar en un ambiente seguro y conectar gradualmente con las sensaciones físicas con la asistencia de un coach/terapeuta somático informado sobre trauma. Hacerlo por tu cuenta o con el apoyo de personas que no están informadas sobre trauma puede ser contraproducente, y si el proceso es abrumador puede ser incluso retraumatizante.
NOTA IMPORTANTE 2: En la memoria implícita (memoria corporal) están grabadas nuestras experiencias más importantes y son las que generan nuestras creencias inconscientes, que también influyen en la evaluación de seguridad/amenaza. Trabajar en la conexión mente-cuerpo de una forma regulada, nos proporciona además una vía para acceder a esta información de forma segura, y también facilita la transformación de algunas percepciones/creencias que pueden estar limitando nuestra calidad de vida actual.
Con amor y consciencia,
Débora.
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